A veces resulta complicado distinguir entre el estrés laboral y el de
la vida cotidiana, por lo que tanto trabajadores como empleadores deben
identificar las fuentes que lo originan y en su caso,
eliminarlas. Si se trata, por ejemplo, de un empleo que implique tensión, se
requiere entrenamiento del personal para que lo afronten de la mejor
manera posible.
El especialista del Instituto de Investigación de Salud Ocupacional del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (México), Manuel Pando Moreno, comenta al respecto: "que hoy en día el estrés sea muy común, no quiere decir que debamos padecerlo".
Las fuentes de estrés en el trabajo abarcan desde sobrecarga de actividades y desorganización laboral, hasta malas relaciones interpersonales, por lo que éstas deben ser localizadas y erradicadas puesto que generan efectos muy negativos, aunque no impactan por igual, ya que los efectos relacionados dependen de la manera de afrontarlo. Cuando las formas de afrontamiento fallan, la persona puede presentar enfermedades propias del estrés, desde cuestiones físicas como pueden ser dolores de cabeza, gastritis, colitis, hipertensión, hasta infartos.
El especialista del Instituto de Investigación de Salud Ocupacional del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (México), Manuel Pando Moreno, comenta al respecto: "que hoy en día el estrés sea muy común, no quiere decir que debamos padecerlo".
Las fuentes de estrés en el trabajo abarcan desde sobrecarga de actividades y desorganización laboral, hasta malas relaciones interpersonales, por lo que éstas deben ser localizadas y erradicadas puesto que generan efectos muy negativos, aunque no impactan por igual, ya que los efectos relacionados dependen de la manera de afrontarlo. Cuando las formas de afrontamiento fallan, la persona puede presentar enfermedades propias del estrés, desde cuestiones físicas como pueden ser dolores de cabeza, gastritis, colitis, hipertensión, hasta infartos.
Otra vía muy común en las áreas de servicios es recurrir a un sistema de afrontamiento negativo del estrés, conocido como el síndrome de Burnout (popularmente llamado síndrome del quemado por el trabajo). En este caso la persona responde al estrés de su trabajo con actitudes frías, cínicas, distanciamiento, entre otras. Sin embargo, esto no sólo afecta al seno laboral, sino que traspasa hasta llegar al entorno personal, pues se replica ese desgano y trato a nuestros círculos sociales.
Se estima que en promedio el 30 por ciento de los trabajadores en servicios de educación, salud, entre otros, presentan este "sistema de afrontamiento negativo".
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