lunes, 22 de agosto de 2016

Qué podemos hacer para mejorar nuestra memoria


La pérdida de memoria es un problema que sufren actualmente millones de personas en todo el mundo. Muchas veces deriva de una mala alimentación o estilo de vida no saludable, como puede ser consumir cantidades indigestas de alcohol, fumar demasiado tabaco o abusar de los fármacos.

Todos estos alimentos ralentizan nuestro pensamiento y nuestra memoria, contribuyendo a padecer problemas de salud a largo plazo. El estrés es otro agravante, ya que estar expuesto de forma excesiva y continúa a trabajos de mucho estrés, nos hace sufrir daños en nuestra estructura y funcionamiento cerebral.

Los expertos recomiendan realizar trabajos enriquecedores mentalmente, en la medida que sea posible, y evitar aquellos proyectos que aparte de reportar beneficios a la empresa, nos aporten dolores de cabeza por la incapacidad resolutiva de sus conflictos.

La alimentación también influye para conseguir tener una buena memoria. Un consumo elevado de alimentos ricos en polifenoles como las nueces o el aceite de oliva virgen, muy usados en nuestra dieta mediterránea, ayudan a ralentizar el envejecimiento de nuestra memoria, mejorando nuestros recuerdos almacenados a corto plazo. Las nueces son un alimento rico en antioxidantes y con propiedades antiinflatorias, cada vez más usado en las dietas de aquellas personas que sufren algún tipo de demencia, muy extendida por la población anciana.

Aparte de llevar una alimentación sana, es recomendable ejercitar nuestra mente para que el cerebro se active de forma continuada. Ejercicios de concentración e inteligencia como los juegos de mesa, sudokus, puzzles de mil piezas o incluso tareas tan cotidianas como leer, escribir o memorizar, estimula y conserva la memoria.

Otra recomendación para mejorar nuestra memoria es cambiar las rutinas para que el cerebro no automatice procesos. Innovar y establecer cambios en procesos que ya teníamos automatizados ayudan a ejercitar el cerebro de forma adecuada.


Por último, dormir bien. El tiempo que pasamos durmiendo, son las horas que el cerebro utiliza para procesar la información obtenida durante todo el día y clasificarla. En este caso, si es muy saludable establecer rutinas a la hora de irse a dormir.