Un reciente estudio llevado a cabo por el Departamento de Psicoterapia del Instituto
Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” de México revela que el mal manejo del estrés mantiene y agrava enfermedades físicas como
diabetes, hipertensión o problemas gástricos así como de salud
mental, como trastornos de la alimentación o depresión.
El estrés es una respuesta sana y adaptativa a un evento, pero
en exceso desarrolla una serie de respuestas fisiológicas que
alteran el corazón, aumenta la presión arterial, se agita la
respiración, se tensan músculos y se experimenta una sensación
desagradable de ansiedad
Una de las técnicas más utilizadas cuando uno se encuentra con problemas de estrés
es la de tomar unos minutos para hacer respiraciones diafragmáticas
lentas y profundas y practicar la relajación muscular, ya que además de
descansar las extremidades, dan tranquilidad mental, reduciendo preocupaciones y pensamientos negativos.
De acuerdo con la responsable del estudio, la psicóloga María Isabel Herrera Villalpando, otros hábitos saludables son, por ejemplo, evitar el consumo de
café o té en momentos de estrés; reducir la ingesta de carnes rojas y aumentar la
cantidad de verduras, frutas y de alimentos relajantes como el yogur,
almendras, leche tibia o chocolate; tener una buena higiene del sueño
con ejercicios de relajación antes de conciliar el sueño y descansar por lo
menos seis horas diarias. Como complemento ideal, ayuda la práctica continua de actividad física, ya que además de
evitar el estrés, relaja y fortalece los músculos y el cuerpo.
La necesidad de la atención del estrés es muy necesaria en nuestros días ya que puede implicar la pérdida de la capacidad de concentración, ocasiona conductas indeseadas, alteraciones del sueño,
preocupación excesiva, irritabilidad o ansiedad permanente que conducen
al paciente a depresión, dolores físicos,
pesimismo, inseguridad y desconfianza, entre otros.
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