HAN TRABAJADO CON ALMENDRA, AVENA Y AVELLANA
Investigadoras de la Universitat Politècnica de València (UPV)
han obtenido nuevos productos fermentados con bacterias probióticas a partir de
licuados de cereales y frutos secos --lo que se conoce como 'leches
vegetales'--, que constituyen una alternativa a los yogures convencionales. Los
productos están especialmente dirigidos a personas con problemas de alergia a
la leche de vaca, intolerancia a la lactosa o al gluten, así como a niños y
mujeres embarazadas.
Foto: UPV |
Desde sus laboratorios en el Instituto de
Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo, han trabajado con almendra, avena y
avellana y próximamente evaluarán el uso de nueces y castañas como materia
prima para estos nuevos productos, según ha informa la institución académica en
un comunicado. En el estudio han colaborado también el Grupo de ecofisiología, nutrición
y salud del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) y el
University College de Dublin (Irlanda).
En los estudios in vitro desarrollados, las
investigadoras de la UPV han comprobado cómo algunos de los fermentados
desarrollados tienen propiedades antiinflamatorias en las células del
intestino, "lo que podría llegar a paliar procesos alérgicos producidos
por la gestión de alimentos, y aumentan la biodisponibilidad de hierro. Hay que
tener en cuenta que las caseínas de la leche de vaca, además de estar dentro
del listado de componentes alérgenos, dificultan la absorción del hierro".
"Los resultados que hemos obtenido ponen
de manifiesto también que las 'leches' estudiadas son una buena matriz para el
crecimiento y viabilidad de las bacterias probióticas durante la vida útil del
producto y, en especial, tras su ingestión", ha añaddido Chelo González,
investigadora del Instituto de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo de la
UPV.
CLAVES PARA MEJORAR LECHES VEGETALES
Asimismo, las investigaciones desarrolladas por
el equipo de la UPV ofrecen nuevas "claves" para la mejora de las
leches vegetales comerciales disponibles en el mercado actual, que presentan
deficiencias relacionadas con su baja estabilidad física durante el almacenamiento.
"En general, los resultados del proyecto
contribuyen a aumentar el conocimiento sobre las propiedades nutricionales y
saludables de las leches y fermentados vegetales, en vistas a futuras
aplicaciones industriales para poder desarrollar productos innovadores, de
calidad diferenciada y adaptados tanto a grupos de población específicos como a
la población en general", ha apuntado Chelo González.
Según la institución, "las 'leches'
elaboradas a partir de frutos secos y cereales representan una alternativa a
las leches de origen animal y a la leche de soja". Además, tienen
componentes "de gran interés nutricional que pueden aportar numerosos
beneficios para la salud tanto para grupos de consumidores con problemas
específicos (lacto-intolerantes, alérgicos a la leche de vaca, vegetarianos)
como para la población en general".
Estas "leches" vegetales se
caracterizan por tener un perfil de ácidos grasos saludables e hidratos de
carbono con bajo índice glicémico (aptas para diabéticos). Además, constituyen
"una importante fuente de vitaminas del grupo B y E, compuestos antioxidantes
(fitoesteroles y/o polifenoles) y fibra dietética, lo que contribuye a mejorar
la salud intestinal".
También son ricas en potasio, y muy bajas en
sodio, por lo que estas bebidas ayudan a mantener un balance de electrolitos
saludable. Además las "leches" derivadas de frutos secos se
recomiendan especialmente a mujeres embarazadas por su riqueza en ácido fólico
y por su buena relación calcio/fósforo. "Esta última propiedad, junto con
la ausencia de lactosa, proteínas de la leche y gluten, son las que hacen que
este tipo de bebidas sean buenos sustitutos de la leche de vaca", ha
concluido Chelo González.
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